jueves, 24 de julio de 2008

Empoming tour

Una de las técnicas de empoming al pueblo puede consistir en un tour, como lo demuesta el siguiente "Cristi Tour", veamos:

Mirar la Torre Eiffel desde un auto importado con chofer, sentarse en un restó exclusivo de la histórica Plaza del Oriente en Madrid y almorzar solomillo de buey con champagne francés. Pagar platos de 200 euros. Dormir en suites diseñadas para estrellas en hoteles de lujo. Cristina Kirchner lo hizo todo cuando era candidata. Quería que el mundo supiera que ella iba a convertirse en la primera presidenta mujer elegida por el voto en la Argentina. 

El costo de sus paseos según la documentación oficial fue de $7.853.090,64 en cinco viajes al exterior que en total duraron 24 días.

Durante 2007 hubo cinco giras: Francia, Ecuador, Venezuela, México, Estados Unidos, España, Alemania y Austria.

En esos viajes, Cristina tuvo la compañía de una comitiva que hoy –ya como presidenta– sigue a su lado. Con pasajes en clase business de Air France volaron a la ciudad luz Héctor Daniel Mazza –secretario personal–, Laura La Torre –encargada de prensa– y el vocero presidencial, Miguel Núñez.

La candidata y sus funcionarios se alojaron en el hotel Le Meurice, instalado sobre la romántica Rue de Rivoli.

Para que la candidata durmiera en Le Meurice, el Estado argentino gastó 19.860 euros, que al cambio de aquel día (4,08) equivalen a 81.028,80 pesos. Sólo la suite presidencial para Cristina costaba 2.200 euros por noche. 

El resto se tuvo que conformar con habitaciones de 600 euros cada uno. Todo ese dinero, más 800 dólares de gastos de servicios de habitación, fue transferido a la sucursal Place Vendôme del BNP de París, a una cuenta registrada a nombre del hotel. El Gobierno pagó en tiempo y forma pero, unos días después, tuvo que mandar más efectivo: en el último día de su visita, Cristina, la candidata en gira, había dejado pendiente de pago una factura de 137 euros del minibar de su habitación.  En la documentación hay datos claros y otros no tanto. Los funcionarios presentaron sobreabundancia de tickets para validar los viáticos de sus tres acompañantes oficiales, pero no hay registros de otros funcionarios que viajaron y se alojaron en el Westing Paris Hotel, donde la Secretaría General de la Presidencia transfirió 10 mil euros por las habitaciones rentadas. No hay gastos a nombre de Cristina en la documentación, pero hay planillas de viáticos generales por montos exorbitantes: en el caso de París, se entregaron documentos por $2.511.889,05.

Para moverse por la capital francesa, la comitiva contrató los servicios de la compañía Elite Limousines. A la candidata la trasladaban en una van de lujo con chofer que costó 454,98 euros por día. Además, solicitaron otras vans, de menos cilindrada, y en la factura de la empresa consta el alquiler de “dos camionetas para equipaje”. Las valijas de Cristina necesitaban más espacio. El servicio insumió 14.385 euros en la semana de estadía, es decir $ 58.690,80.

Al sumar todos los gastos presentados por la Secretaría General de la Presidencia, los cinco días de la escapada latinoamericana costaron 1.371.494,22 pesos. Como en el resto de los destinos, fue puro lujo. Su asistente Mazza pidió adelantos por 70 mil dólares y presentó viáticos por $63.986. Cristina se alojó primero en el Radisson Hotel de Quito y después en el Gran Meliá Caracas. Esta vez, los gastos de la comitiva ascendieron a $11.700 por tres noches de alojamiento.

La tercera escala de la gira por el mundo fue México y Estados Unidos: cuatro días en el DF mexicano y tres en Washington. Primero, los viajeros se alojaron en el Hotel Nikko, donde CFK durmió cuatro noches en una habitación de 1.550 dólares y figuran varios desayunos completos de 165 dólares cada uno.

En total, el gobierno nacional le transfirió 11.619,30 dólares por hospedaje, alquiler de oficinas y breakfast completos en esa parada del tour. El transporte por el congestionado Distrito Federal costó 5.170 dólares, pagados a la empresa local Chapultepec.

A Washington, la primera dama se alojó en el exquisito Sofitel de Washington donde pagó 3.800 dólares por dos noches y alquiló oficinas para reuniones por otros 5 mil dólares. 

En total, la cuenta de la comitiva argentina en el Sofitel fue de 17.588 dólares. A ese viaje también asistió Rubén Zaccarías, director de Ceremonial de Presidencia, quien pasó 8.570 dólares de propinas por tres días de estadía. En esa corta visita, los traslados dentro de Washington también fueron dignos de las clases más acomodadas del mundo. American Transportation facturó 19.621 dólares por llevar de un lado a otro a toda la comitiva.

En julio, en España, la acompañaron los asistentes, el vocero presidencial, sus secretarios, funcionarios de Ceremonial y su custodio (una de las encargadas de la relación con los medios pasó viáticos por “café con periodistas” por 8.184 pesos durante los cinco días de viaje). El funcionario de Ceremonial presentó “propinas” por 2.100 euros. También figura una factura de un almuerzo para dos personas por 429,77 euros en el Café de Oriente con un Moet & Chandon grand vintage de 104 euros la botella.

Para septiembre, Cristina voló a su quinto destino, Alemania y Austria. Su secretario, Mazza, pidió anticipos para asistirla por 211.000 euros. Aquel viaje terminó restando de las arcas del Estado 1.370.762,95 pesos. Fue el último tour de la candidata Cristina.

 

Con la firma de Oyarbide, la semana pasada quedó archivada la causa 14.507/07 que investigaba la posible malversación de caudales públicos durante la carrera electoral del año pasado.

La denuncia comenzó en octubre de 2007 cuando los abogados Ricardo Gil Lavedra, Andrés D’ Alessio y Julio Strassera pidieron que se investigue el posible uso de fondos públicos en la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner. Utilizaban una serie de recortes periodísticos de distintos medios que consignaban que cada viaje de la candidata se hacía con presupuesto oficial y con la compañía de funcionarios del prensa y protocolo del Poder Ejecutivo nacional. En su resolución, Oyarbide escribió que “no existe una malversación porque esta consiste en dar a los caudales que se administran una aplicación distinta de aquella a que estuvieran destinados”. En el expediente están acreditados los decretos, los viajes y los gastos, con lo cual el juez considera que si hubo alguna infracción, esta sería al Código Electoral: “en el caso de haber un aprovechamiento durante las misiones asignadas por el Poder Ejecutivo para la realización de la campaña”, es una circunstancia que corresponde a la justicia electoral, estimó.

Por ese motivo el juez archivó la causa y le envió copia del expediente a la jueza María Servini de Cubría, que tiene la competencia electoral en Capital y que ya había recibido esta misma denuncia para que fuera investigada.

Cuando empezó este expediente, Guillermo Montenegro –ahora ministro de Seguridad porteño– ocupaba el Juzgado 7, que ahora quedó a cargo de Oyarbide. A punto de irse a la política, el ex juez delegó en el fiscal Eduardo Taiano la instrucción de la causa. Con su firma, solicitó al Poder Ejecutivo los decretos que autorizaron las giras y el detalle de los gastos y partidas que solventaron cada viaje de Cristina. Después de meses de dilatar la respuesta, la Secretaría General de la Presidencia envió el material con rendición de cuentas y comprobantes incluidos.

[Critica, Jul.-08]

No hay comentarios: